viernes, 18 de diciembre de 2009

A su recuerdo…

Ese día como cualquier otro día en la vida de este ser humano de género masculino, desperté con una erección. Si. Esa que se produce por varias razones: sea por tener llena la vejiga y que al entrar ésta en contacto con la próstata da por resultado el llenado del tejido cavernoso que conforma al pene, o por haber tenido ese sueño erótico y cuasipornogŕafico.


Sea por lo que sea me encontraba en plena erección y la verdad con un enorme deseo de desahogar la libido.


Para evitar un accidente escatológico, procedí a visitar al mueble de porcelana que recibió toda la urea que mi anatomía produjo en una noche. El placer de la eyección fue confortable.


Regresé al lecho y fue entonces que sonó el timbre de la puerta principal. Confieso que no fue nada agradable y una sonora pero discreta maldición salió de mi: -”…quién carajos timbra a estas horas?”- Era tal la insistencia que no podía dejar de acudir a tan impertinente llamado.


Por la mirilla de la puerta pude verla de pie y su cara reflejaba además de su juvenil hermosura esa expresión que el apuro solamente puede conferirnos. Abrí la puerta y de inmediato y sin pedir permiso pasó ella como una exhalación a mi recibidor.


-”Gracias por permitirme entrar”-, se disculpó de inmediato. -”La verdad no sabía a quién acudir y sinceramente era muy necesario que me permitiera Usted pasar”-.


La educación se hizo paso por entre un amasijo de sentimientos encontrados. Procedí amablemente a ofrecerle algo de tomar y para mi sorpresa ella aceptó apresuradamente. Era muy temprano para la ingestión de bebidas “espirituosas”, por lo que de inmediato puse en funcionamiento la cafetera.


Serví diligentemente dos tazas grandes con la aromática bebida y ella de inmediato procedió a ingerirla. Tras calmarse un poco comenzó la explicación: Tal pareciera que al quedarse sola en su departamento, el escuchar ciertos ruidos que parecían provenir de un intruso, le alertaron y pusieron sus nervios a punto para salir corriendo por algo de ayuda.


Con tranquilidad le ofrecí acudir a su vivienda que además de quedar cerca, era de un tamaño que con tan solo cinco minutos serían suficientes para revisar si efectivamente un intruso andaba merodeándola. Con un salto y un afirmativo agradecimiento prácticamente me llevó a rastras para que procediera a la inspección de su morada.


Tras hacer unos minutos al “Sherlock Holmes” me di cuenta que esos sonidos provenían de la azotea, pues al parecer ciertas vecinas decidieron comenzar muy de madrugada con las labores propias del lavado de la ropa.


Ella entonces con ruborizada pero agradecida faz me invitó a que continuásemos con la ingestión de las tazas de café, las cuales seguían cada una en nuestras respectivas manos.


La tranquilidad me permitió entonces ver detalles que hasta ese momento habían pasado desapercibidos. Ella no llevaba puesta otra cosa que no fuese la pequeña prenda de seda y un par de sandalias. Aunado a lo anterior baste recordar que había amanecido con un talante algo lujurioso y esa silueta suya que se traslucía un poco en la batita me puso a hervir la sangre.


De manera discreta estudié cada palmo de su deliciosa anatomía, dándome cuenta de que toda ella era definitivamente el mejor remedio para quienes padeciesen de impotencia sexual. Lo que se dice pues un “bocatto di cardinalle”.


Con mirada inocente pero definitivamente consiente de mi inspección anatómica sobre su cuerpo, ella con algo de maliciosa coquetería procedió a acercarse un poquito con el pretexto de que le pudiese escuchar mejor. Yo con el mismo pretexto puse menos distancia entre ambos y sin quererlo, ya estábamos a no mas de cuarenta centímetros el uno del otro.


Su dulce y sensual voocesita producían en mi un embotamiento y una excitación indescriptibles. Ella entonces abarcaba todo mi espacio y mi tiempo en ese instante.


Por los huecos de esa delicada batita se veía una carne deliciosa y tersa que de inmediato me hicieron fantasear y llenar mi mente con mil y un extrapolaciones sexuales.


No pudimos mas. Por una mágica razón ella comenzó a tomar con recíproca complicidad mi proceder y repentinamente estábamos los dos ya revolcándonos en el sofá de su salita.


Degustar esa piel de sus hombros, besar con frenesí esos labios y pasar la lengua por sus pezones fue tan solo el comienzo.




Con furor y ansiedad bajé mis labios hasta encontrar ese delicioso pubis que ella entonces acercó a mi cara, tomando mi cabeza por la nuca y haciendo presión sobre si misma. Sentía un delicioso ahogo y mi excitación iba en aumento.


Levanté ese carnoso y torneado par de piernas y ahora la lengua pasaba por esa zona que delimitan la vagina y el ano, sin dejar de lamer ningún pliegue o resquicio. Que dulce aroma comenzó a llegar a mi. Que delicados y atrayentes gemiditos escuchaba y cuánta pasión y éxtasis podía sentir entre mis manos.


La penetré vaginalmente con pasión y locura. Nos fundimos en un frenético y violento ritmo que hacía de cada erótico vaivén toda una experiencia.


Ella explotó en el primer orgasmo y de inmediato pasó a una postura que permitía que yo pudiese atacar sus carnosos glúteos. Decidí entonces ir por todo y con temerario atrevimiento acerqué mi glande a su esfínter.


Cuan grande fue mi sorpresa que mas allá de encontrar aversión o rechazo, ella misma tomó mi pene y colocándolo en las puertas de ese paraiso anal, con un delicado pero firme movimiento de cadera hizo que mi miembro viril se abriera paso y morara dentro de su esfínter.


Comenzamos nuevamente con ese diálogo que nuestro rítmico movimiento púbico ya conocía y, tras unos cuantos minutos, exploté dentro de ella recibiendo como recompensa sus estrambóticos y orgásmicos movimientos.


Nos quedamos así por un rato. Abrazados mientras mi pene era premiado por esas punzaditas que su músculo pubocoxígeo obsequiaba para extraer todo ese nectar que emanaba de mi.


Acaricié sus senos con mis torpes manos y sin mas ni mas, nos quedamos tierna y plácidamente dormidos.


Hoy simplemente queda ese dulce recuerdo, mientras que deposito una docena de rosas rojas en una fría lápida que de ella solo tiene grabado su nombre. Espero sinceramente que exista el cielo, pues será en ese lugar que nos volvamos a obsequiar mutuamente el regalo de nuestras almas.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La muerte. Esa deliciosa amante (relato)

No soy de los que llaman la atención por su físico, su cara, sus ojos o por cualquier otro atributo. Tampoco soy de los que a falta de esos atributos han desarrollado una musculatura que atraiga a quienes buscan a los “forzudos”. Soy lo que se puede decir un tipo común.

Tampoco quiero decir con lo anterior que sea de los que no queda otro remedio que pagar por una sesión de dos horas de sexo, pues he tenido mis oportunidades en la vida y he sabido aprovechar todas y cada una de ellas.

Ese día comencé mis labores como cualquier otro día. Todo en calma, normalidad y sosiego. Una taza de café, terminar de contestar correos electrónicos, ordenar el material pare comenzar el curso, comprobar conexiones con el proyector, revisar que el audio de la sala, refrigerios e instalaciones sanitarias estuviesen listas.

Comenzaron a llegar los alumnos y alumnas. Tras el educado “buenos días”, indicarles cuál sería su lugar para los siguientes cuatro días de curso. Todo transcurrió como en los ya casi ochenta cursos anteriores.

Al primer receso para el café no fue típico. Al menos para mi no lo fue. De inmediato me llamó la atención ese ceñido vestido color púrpura hecho de un cerrado pero delgado tejido. No era licra, pero poco faltaba para serlo.

Huelga decir que los demás “machos” de la manada ya habían notado su presencia y se aprestaban “diligentemente” a ayudarle y hacerle llegar cuanta comodidad fuese necesaria. Como recompensa bastaba el conocer su nombre y, para aquellos mas afortunados, su dirección de correo electrónico o su usuario en alguna herramienta de Cómputo Social.

En el segundo receso, procurando siempre pasar lo mas desapercibido posible, comencé a notar los demás atributos femeninos que enmarcaban al vestido. Su cabello negro y liso que de tan sedoso reflejaba la luz de las lámparas. Su delicada voz, el color de su piel, sus torneadas y firmes piernas.

Estaba imbuido en mis cavilaciones analíticas de su anatomía, cuando de repente sentí una mirada. Era ella que con una pícara sonrisa acusaba recibo de mis ojos sobre ella. De inmediato en mi cara sentí una oleada de calor. Los presentes se percataron de mi tremenda y característica ruborización y rompí de inmediato el contacto visual.

Proseguí como si nada hubiese ocurrido. Llegó el momento del primer ejercicio. Todo sin novedad. Di por hecho entonces que todo había quedado en ese “ruborizante” episodio.

Tras la hora de la comida y estando concentrado en la preparación del tercer ejercicio, sentí nuevamente esa mirada encima. Esta vez con discreción y utilizando el rabillo del ojo, vi que esa sonrisa estaba ahí y la mirada fija en mi persona. ¿Deducción? Quiere divertirse a mi costa poniéndome la cara de color cereza.

No estaba tan equivocada, pues de repente empecé a sentir el calorcillo que circulaba por mi frente y mis mejillas. Repentinamente sentí en una de ellas un delicado roce de unos cabellos perfumados y negros como la noche. Ella estaba a solo cuarenta centímetros de mi, solicitándome asistencia para la culminación del segundo ejercicio.

Confieso que un estremecimiento corrió desde la mejilla hasta el cerebelo. Tratando de retomar la compostura expliqué los pasos que faltaban para culminar la tarea. Su voz tan cerca de mi oído producían mas estremecimientos. Compostura ante todo. Terminé la explicación y ella se retiró pausada y con paso firme contoneando esa cadera, obsequiándome esa hermosa vista que para evitar problemas tuve que aceptar disimuladamente.

Mi corazón palpitaba con fuerza. Me retiré discretamente al lavamanos para enjuagarme el rostro y retomar frialdad y compostura.

Salí de el sanitario y a la entrada de mi aula noté que ella estaba esperándome junto a mi escritorio. De pié, erguida, mostrando su exquisita anatomía que exigía salir por cada poro de el purpúreo atuendo. Con pasos calmos y firmes llegué a mi escritorio y pregunté cuál era la duda. Ella tras una pausa preguntó: -”¿Le parezco atractiva?”-. Mi asombro fue evidente, pero respondí con calma y serenidad que esa pregunta no estaba autorizada, pues la respuesta (que ella ya la conocía) podía colocarme en una situación bastante comprometedora para con la empresa.

Ella con una sonrisa y una risita pícara y casi burlona me increpó diciéndome -”...esto solo quedará entre Usted y yo... Maestro”-. Esa última palabra fue casi un susurro. Yo quedé anonadado en medio de un embotamiento. Inmediatamente mi cerebro comenzó a volcarse en mil y un fantasías eróticas y carnales.

No se cuánto tiempo pasó. Ella esperaba la respuesta. Discretamente revisé que no hubiese nadie mas y con voz baja respondí -”...mucho, diría que demasiado”-. Bajé la mirada y procedí a buscar mi silla. No me sentía bien.

De repente recordé ese sentimiento que en aquella primera eyaculación experimenté. Una mezcla de enorme placer combinada con mareo, náusea y una tremenda paz interior. Sopor y una enorme oleada de calor en todo mi cuerpo. Ella se retiró con pasos pequeños y suaves a su lugar. Ella se divertía.

El día terminó sin mas contratiempos. Todos se retiraron y solo quedó el aula, los libros, los equipos de cómputo, el proyector y mis pensamientos. Terminaba mi reporte diario. Un sonido. Una puerta que se cierra lenta y calladamente.

Mi primer sentimiento fue duda. El segundo sentimiento miedo. Esos pasos, ese caminar y ese perfume. Dios, era ella. Aún no estaba en mi campo visual pues me encontraba con la vista a mi teclado.

No quise levantar la vista. Yo apostaba a que era mi imaginación intentando jugar conmigo. No era posible. Los pasos se escuchaban muy reales y junto con ellos ese sonido que produce la ropa cuando lenta pero decididamente abandona un cuerpo.

Respiración agitada, el corazón como un caballo desbocado. El calor, el estremecimiento y por qué no, había que admitirlo, una erección.

Poco a poco se acercaban los pasos hasta que en mi cabizbajo campo visual se vieron un par de lindos zapatos negros que calzaban a unos pies menudos y tersos. Fui subiendo la mirada y sobre esos pies había un par de tobillos, unas hermosas pantorrillas. Sorpresa.

Aunque claramente había escuchado cuando las ropas tocaron el piso del recinto, mi asombro fue enorme. Un par de carnosos, musculosos y delicados muslos hacían acto de presencia. Levanté mas rápidamente la mirada y al terminar de enfocar, toda ella desnuda. Cruzando maliciosa pero exquisitamente sus piernas. Sus brazos cayendo a cada lado de su cuerpo, sus senos mas hermosos que como se veían a través de ese vestido que yacía en el piso y su cara serena pero con una mirada retadora. Un monumento viviente delante de mi, a solo noventa centímetros.

Mis manos de manera casi automática salieron por si solas al encuentro de su cadera. la sensación era realmente hermosa. Ella acercó su pubis a mi rostro. Que aroma mas delicioso. De inmediato mis labios se entrelazaron con sus labios vaginales, viéndome recompensado con un par de manos firmes tomándome de la nuca y atrayéndome con fiereza hacia esa delicada y exquisita cavidad.

Su respiración era pesada, pausada, emanando de vez en cuando unos deliciosos gemidos que hacían que atacara con mayor fuerza a su “sanctum sanctorum”. Ella levantó una pierna apoyándola en un descansabrazos de mi silla y ahora mi lengua se deleitaba jugueteando por sus labios menores, su clítoris y ese pequeño espacio húmedo y rosáceo.

No pude mas. Me retiré y arranque mis ropas dejando ver un cuerpo nada escultural. No reparé en el hecho de que ella pudiese retirarse al verme, pues mas temprano que tarde ella ya atacaba mi pene con sus labios. Qué manera mas hermosa de obsequiarme un “felatio”.

Con suavidad empujé su cabeza contra mi zona pélvica. Ella no se retiró y muy al contrario deglutía mi pene completamente, produciéndome una sensación harto placentera. Qué delicia.

La tomé con suavidad de su cintura y procurando no ser un bruto, la levanté y la puse sobre mi escritorio. Ya nada importaba. Eramos solo ella y yo. La penetré con lentitud y ella empezó a mirarme. Que mirada mas dulce y que obsequio mas divino. Sus caderas empezaban a responder rítmicamente a mis ataques cada vez mas feroces. Ella parecía disfrutarlo y lo daba a entender con sus gemidos.

Ella de repente rompió el contacto, para de inmediato ponerse de pié dándome la espalda. Tan pronto como le fue posible y sin perder su gracia, se inclinó hacia adelante ofreciéndome un par de glúteos carnosos y tersos.

Entonces sentí su mano tomando con firmeza mi pene. Ella entonces con la otra mano retiró el glúteo izquierdo y con decisión colocó mi glande a la puerta de su ano. Era increíble lo que me estaba pasando. Ella entonces con fuerza empezó a introducir mi pene en el esfinter anal. Yo me dejé llevar y terminé con suavidad la penetración. Hasta el fondo.

Ella gimió y con sus manos en mis piernas me pidió me detuviese. Duramos unos instantes así y ella retiró sus manos dándome luz verde para continuar.

Comencé suavecito y calmo percibiendo como lo empezaba a disfrutar. Ella entonces me pidió mas y comencé gradualmente a subir el ritmo. Era ya un animal desbocado sobre ella. Con fuertes y sonoros gemidos me ordenaba mayor fiereza y que no me detuviese. Así transcurrió unos minutos y en ese momento de su boca salió un enorme gemido indicándome que estaba a punto de explotar en un orgasmo. Yo entonces no pude mas y tratando lo mas posible de aguantar, di rienda suelta al instinto.

Quedé sobre ella agotado. Ella aún gemía. Quise sacar mi pene, pero ella me suplico lo dejase un rato mas ahí. Sentía como su ano palpitaba estrujando mi pene y provocando una sensación que nunca antes había experimentado. Ese exquisito premio que es sentir que exprimen hasta la última gota de mi semen.

Que piel mas suave. Sus piernas y sus glúteos fueron víctimas de un par de manos toscas y profanas que intentaban acariciarle suavemente. Ella entonces con dulce calma apartó su cuerpo. Me tomo de las mejillas y con sus ojos divinos y negros me miró dulce y agradecidamente. No hubo palabras. Sus labios besaron a los míos y de repente toda mi vida pasó ante mis ojos.

Era cómico verme a mi mismo sentado y con la cabeza apoyada en el teclado de mi “laptop” mientras los paramédicos trataban inútilmente de resucitarme. Ya no sentía frío ni calor. Ni hambre ni sueño. Solo ese hermoso sentimiento que el recuerdo de ese delicioso acto sexual grabó en mi mente cuando aún estaba vivo.

Dulce muerte, qué exquisita amante eres.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Lo convencional, fantasías, desviaciones y degeneración

Hasta el momento hemos explorado en este Blog varios aspectos esenciales bastante interesantes y apasionantes de el quehacer sexual humano.

Como con toda actividad humana, sobre todo aquellas tan subjetivas y personales como lo son la sensualidad y el ejercicio de la sexualidad, surgen distintas variantes y corrientes de pensamiento que a la postre han sido motivo de polémica, disputas y uno que otro desgarre de vestimenta. De manera mas concreta hablamos de cuatro aspectos:

  • Lo que se considera convencional
  • Las fantasías
  • Las desviaciones
  • Lo que se considera degenerado

Hay que entender desde el principio que todos estos puntos son muy subjetivos y que como tales, no es nuestra intención en este momento o posteriormente llegar a una definición o a un punto que se pueda considerar la verdad absoluta. Advertido lo anterior pasamos a el qué es.


Lo que se considera convencional

Si definimos la palabra “convencional”, vemos que es aquello que se apega a los usos y costumbres. Aquello que es tradicional, clásico y/o corriente.

¿Cómo podemos entonces calificar que una actividad sexual es convencional? Pues precisamente por que su ejercicio se apega a los usos y costumbres, que es lo tradicional, clásico y/o corriente.

¿Qué requisitos o limitantes se cumplen para que la praxis sexual sea considerada como convencional?

  1. Solo dos participantes.
  2. Ambos participantes de distinto género: un hombre y una mujer.
  3. No debe haber parentesco en primer o segundo grado entre los participantes.
  4. Solo interviene en la relación sexual los aparatos genitourinarios de cada participante.
  5. En una habitación de una casa particular propiedad de uno o los dos participantes.
  6. De preferencia y sin llegar a ser un requisito en si mismo, practicarse entre personas de la misma etnia o raza.

En lo que se refiere al uso de las llamadas “posiciones sexuales”, se utiliza un repertorio reducido de estas, en donde se incluyen el típico “misionero”, la pose “cuchara”, a cuatro puntos o “perrito”, así como aquellos derivados que lo único adicional es la variación en la elevación u orientación de los participantes.

De esta manera es posible encontrar una satisfacción completa y con un riesgo cero, pues todos los requisitos arriba enumerados están más que aceptados por cualquier agrupación social, religiosa, ley, reglamento y/o norma en el mundo. Todo lo demás fuera de esto es considerado dentro de alguno de las demás aspectos.

Como mera referencia, se puede agregar que en algunas religiones o grupos sociales las relaciones sexuales, según ellos, solo deben ser realizadas con fines reproductivos.


Las fantasías

Fantasía se define como representaciones mentales creadas por el inconsciente (de manera consciente) teniendo como tema principal cualquier cosa, hecho y/o lugar fuera de lo convencional o del alcance de quien fantasea.

Si ahora el tema principal es precisamente el sexo y complementos como vivirlo o ejercerlo en una época, en un lugar, bajo ciertas condiciones consideradas “no convencionales”, entonces estamos entrando al mundo de las Fantasías Sexuales.

Además de los requisitos mencionados dentro de el aspecto inmediato anterior (lo que se considera convencional), aquí se añaden pues elementos como:

  • Incorporación de otro miembro más de cualquier género, etnia y/o raza
  • Utilización de objetos accesorios
  • Adición de otras partes del cuerpo con las que y por las que es posible interactuar como la boca, el ano, los senos, etc.
  • Agregar vestimentas que evoquen o complementen la fantasía como los disfraces.
  • Realización de poses, posturas y/o posiciones sexuales más atrevidas o con mayor grado de dificultad.

Aquí ya entramos en temas y acciones que para ciertos grupos sociales pueden ser prohibidos o hasta temas tabú, pues obviamente ya no se está realizando el acto sexual con fines reproductivos sino con un objetivo meramente hedonista: el placer por el placer.

Quiero de manera personal mencionar que nada de lo arriba expuesto es novedoso para el ser humano (revisar El Kamasutra por ejemplo), y que mientras sea realizado con pleno consentimiento de quienes intervendrán en esas acciones, no representa en forma alguna un hecho que sea motivo de prohibición, escándalo, etc.

Dentro de las fantasías podemos enumerar:

  • Sexo oral
  • Sexo anal
  • Utilización de disfraces
  • Utilización de juguetes sexuales
  • Juegos de rol
  • Intercambio de parejas (sin caer en desviaciones o degeneración sexual)
  • Realización del acto sexual en ciertos lugares (sin lesionar la intimidad o libertades de los demás)


Las desviaciones

Este casi siempre es un tema bastante controversial y controvertido, pues aquí pueden traslaparse elementos que hemos visto o veremos en otros aspectos.

Solo para comenzar no existe una línea bien definida de dónde comienzan las desviaciones y donde terminan los demás aspectos. Por si esto no fuese suficiente, existen muy distintas opiniones de qué es y qué no es una desviación, mas para efectos de esta aportación al Blog, definiremos desviación simplemente como: -”...comportamientos sexuales que caracterizan a un sujeto, el cual requiere de acciones que son extrañas, poco naturales o consideradas bizarras para lograr excitación sexual”-.

La cita arriba incluida puede encontrarse en el artículo “Desviaciones Sexuales ”, incluido en el sitio Internet: "Sexualidad.Ws " . Para esta aportación al Blog prescindí de algunos términos que incluye el sitio mencionado, pues de manera subjetiva me parece que contribuye con la confusión inherente de esa no existencia de una línea no definida.

Así pues la desviación es todo aquello que no es convencional y para no traslaparlo con otros aspectos, podremos que dentro de las desviaciones están:

  • Homosexualidad
  • Lesbianismo
  • Transexualidad
  • Fetichismo
  • Vouyerismo
  • Sado-masoquismo
  • Sexo duro (hard core)

Al igual que ocurre con las fantasías (las cuales a menudo pueden o suelen confundirse con las desviaciones), las desviaciones comparten con las fantasías los mismos requisitos.

Cabe señalar que aunque hay grupos sociales y religiosos que estos puntos son encasillados en el aspecto de la degeneración, de manera personal me parece que estos no lo son en cuanto su ejercicio sea llevado a cabo con el pleno consentimiento de las partes involucradas.


Lo que se considera degenerado

Partiendo de una sencilla definición de el vocablo “degenerar” (verbo del que derivan precisamente las palabras “degeneración” y “degenerado(a)”), podemos decir que no es otra cosa que -”...Decaer, desmejorar y/o desvirtuar las cualidades propias de una actividad, una persona, un animal o una cosa.”-.

Por lo tanto podemos concluir por mera deducción, que se considera degenerado a todo aquello que orilla a la decadencia, desmejoramiento y/o que desvirtúa en este caso conretamente, la sexualidad en si misma.

Como lo he estado mencionado y recalcando en los otros aspectos, es harto difícil llegar a una conclusión bien delimitada y definida de qué es o cuándo estamos en presencia de una degeneración sexual, mas para no entrar en polémica este humilde autor concluye que es degenerado toda aquella actividad, situación, circunstancia y/o acción tal que:

  • Se realice sin el consentimiento de uno, varios o la totalidad de los involucrados atente contra la integridad física, moral, intelectual de éstos
  • El, la, los y/o las involucradas no tengan edad física y/o intelectual para discernir y por ende tomar una decisión de manera libre y consciente
  • Se involucre a personas con un parentesco en primer grado
  • Se involucre a especies distintas a las humanas
  • Se involucre objetos, sustancias o condiciones que por su naturaleza den por resultado un daño irreversible a quienes se la apliquen o la apliquen
  • Se involucre cadáveres, personas enfermas, en coma o con impedimentos físicos que anulen toda posibilidad de tener control en sus acciones

Así pues se puede concluir que dentro de lo que se considera degenerado, por consenso incluso de todos los grupos sociales, religiosos, culturales, etc., se enumeran:

  • La violación
  • La tortura sexual
  • El incesto
  • La pedofilia
  • La zoofilia
  • El sadomasoquismo
  • La necrofilia

De manera mas que concluyente en lo que respecta a este cuarto y último aspecto, es que quienes llevan ejercen estas prácticas, definitivamente son personas que sea por un afán de hedonismo extremo, ignorancia, ociosidad y/o curiosidad, no están “funcionando” correctamente en lo que respecta a su conducta e intelecto.


Conclusión y corolario.

Lo aquí expresado no pretende en modo alguno ser un decálogo, norma, ley o lineamiento para quienes lo lean. Al final cualquier aspecto aquí mencionado al final puede ser practicado por quienes así lo decidan, mientras no afecten de manera directa o indirecta a segundas o terceras personas.

Creo en lo personal que si alguien practica lo que se considera convencional, así como también lleva a la práctica sus fantasías (siempre y cuando no rallen en lo degenerado), podrá tener una vida mas que plena sexualmente hablando.

La elección está siempre en quienes de manera libre deciden ejercer su sensualidad y sexualidad, por lo que para finalizar no debemos “escandalizarnos”, hacer burla, mofa o escarnio de ninguna práctica, mas si en algún momento nos sentimos agredidos o vulnerados, recordar que NO significa NO.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Sensualidad, Sexualidad y la edad

La mujer y el hombre de hoy han aprendido a que edad no significa tirarse al abandono y aceptar y/o convivir con la decadencia de la sensualidad y la vida sexual. Para muestra ver a las generaciones de quienes nacieron antes de 1960.

Hagamos rápidamente un viaje mental al pasado, cuando abuelas de más de 50 años eran sinónimo de una persona de "edad avanzada", llena de hijos y nietos, con una voz quebrada y con un cuerpo digno de una persona que despertaba ternura y nada mas.

Cuando hablamos de la sensualidad y el ejercicio de la sexualidad, es cierto que hay que reconocer también que la edad juega un papel preponderante, pues no es lo mismo ejercer a los 20 que a los 50. Pero definitivamente el llegar a cierta edad o "romper la barrera" de ciertas edades, no debiera ser motivo, justificación y/o pretexto para disminuir o detener por completo la sensualidad y la sexualidad.

Invito a que observen la siguiente presentación inserta, la cual muestra a las participantes de un concurso en el que para participar en él, las contendientes deben tener entre 50 y 59 años.

En la presentación inserta aquí abajo, se muestra a las participantes de un concurso para damas entre 50 y 59 años.



Lo que mas nos debe llamar la atención es no solamente la edad, sino además que se presentan de manera más que decorosa rompiendo con todo paradigma.

Así pues ahora es común que nos asombremos con actrices y actore que al conocer su verdadera edad, nos dejan boquiabiertos no solo por ésta misma sino por el estado físico en el que se encuentran.

¿Qué es entonces lo que entonces pone límites y barreras al hombre y a la mujer para desacelerar o hasta frenar su ejercicio de la sensualidad y la sexualidad?

La clave de todo esto está más que evidente y demostrado: ACTITUD.

  • Actitud para conservarse joven de manera digna y sin trucos químicos o quirúrgicos.
  • Actitud para no ocultarse tras una máscara de vejez prematura
  • Actitud para no sentirse feo o viejo de antemano, pero siempre con la plena intención de automejorarse con ejercicios y una alimentación adecuada
  • Actitud para presentarse ante la pareja de manera digna y receptiva para disfrutar plenamente la sexualidad
  • Actitud para ser una persona sensual
La invitación que entonces nos hacen estas divinas personas es: no se rindan. Podemos ser sensuales y ejercer la sexualidad sin importar la edad.

lunes, 1 de junio de 2009

Sensualidad

Aunque parezca increible, esta palabra no forma parte del repertorio de algunos muy respetados diccionarios y referencias enciclopédicas, incluso en Internet.

Iniciaré el tema pues con una definición bastante fría por cierto, del Diccionario de la Lengua Española:

sensualidad.

(Del lat. sensualĭtas, -ātis).

1. f. Cualidad de sensual.

2. f. Propensión excesiva a los placeres de los sentidos.


Y dentro de la definición de sensual, en el mismo diccionario:

sensual.

(Del lat. sensuālis).

1. adj. Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos.

2. adj. Se dice de los gustos y deleites de los sentidos, de las cosas que los incitan o satisfacen y de las personas aficionadas a ellos.

3. adj. Perteneciente o relativo al deseo sexual.


Aunque nos da una idea algo vaga de lo que la sensualidad representa, podemos nosotros iniciar diciendo que sensual es aquella persona, objeto, acción o escena que nos hace relación o nos despierta el deseo sexual.

Al mencionar aquí deseo sexual me refiero mas a la práctica de el sexo con fines principalmente hedonistas, mas que por mera necesidad reproductiva.

Aclarado lo anterior, me encantaría pues hacer ciertas analogías para dar a entender aún mas qué es la sensualidad.

Quien no recuerda en los ya lejanos años cincuenta y sesenta, aquellas voluptuosas divas que el cine italiano nos obsequió al mundo. Creo que mas que divas eran Diosas. Mujeres de la talla de Sofía Loren, Luigina Lollobrigida o la francesa Brillite Bardot. Mujeres que mas que poseer unas opulentas medidas (mas allá incluso que el "ideal" 90-60-90), eran dueñas de eso que algunos "sofisticados" denominaban como "sex appeal" que no es otra cosa que sensualidad.

Cierto es que para el homo-sapiens-andros, es importantísimo el contar con el aliciente visual de carnes bien firmes, colocadas pródigamente en lugares estratégicos de la anatomía femenina, pero como vimos posteriormente con tristes ejemplos de pseudo divas, las medidas no son sensualidad y la sensualidad no es medidas.

Hoy para tratar de explicar lo que de la biología humana no nos ha sido posible dominar, decimos simplemente que se trata de "algo genético" y espontáneo. No lo pongo en duda. La sensualidad tiene que ver en un 30% con la genética, pero la sensualidad en un 70% es actitud.

Actitud que va desde el cómo mirar, como sentarse, como estar de pié, como caminar, como hacer esos delicados movimientos con la cabeza al asentir o negar.

Dicha actitud obviamente no se queda en lo anterior, sino que también abarca el cómo actuar ante ciertas personas y en ciertas situaciones.

Ahora bien, ¿La sensualidad es algo que se pueda aprender o enseñar? La respuesta a esta pregunta no es única y creo que existen tantas respuestas como personas que ya se la han planteado en algún momento.

Hablando en términos llanos, la sensualidad como ya lo mencionamos es espontánea y es un todo que ya se trae al nacer, como sucede con las habilidades inatas. También como cualquiera de éstas es posible pulirla hasta llegar a una cuasi perfección como una piedra preciosa.

Hoy podemos ver como es tan malentendida la sensualidad por parte de los mercaderes de los medios, que con el solo hecho de reensamblar jovencitas en sus "women repair shops", dándoles sendos implantes y recortando ciertos razgos faciales y corporales "non gratos", las ofrecen como se ofrece cualquier producto.

Como todo producto, estas pobres ilusas (e ilusos también por qué no) simplemente dejan de ser objeto de deseo o máquinas de "rating", convirtiéndose entonces en una masa de injertos y piel recortada que mas que ser agradable a la vista, terminan en el anonimato por "motus propio" tras el repudio del respetable.

¿Dónde es posible el encontrar sensualidad realmente espontánea? En la calle, en los sitios de trabajo, en algunas y muy contadas "estrellitas" de la pantalla grande y la pantalla "chica", pero también en esos sitios "non santos", en donde podemos admirar verdadera sensualidad que emana de mujeres que sin acceder a los "milagros" de la cirugía, rebosan de esa deseada sensualidad y nos invitan a experimentar el placer más puro: El enorme placer de la sensualidad en si misma.

viernes, 29 de mayo de 2009

El sexo

Es tan escencial y básico que todos los seres humanos de este planeta, al igual que todos los organizmos vivos pluricelulares existimos gracias a él, a diferencia de los organismos unicelulares en los que la reproducción es por mitosis o división celular. En este método reproductivo asexuado no es necesario contar con al menos dos seres que se complementen para formar un tercero.

¿Si es tan escencial, por qué se vuelve de inmediato un tema tan complejo? Cierto es que con el devenir del tiempo se le ha dado connotación de tabú, algo prohibido, pecaminoso e incluso hasta obceno, pero esto creo yo es resultado de el pésimo manejo que ciertas personas dan al tema.

Hablando en el sentido estricto, el Diccionario de la Lengua Española define al sexo así:

sexo.

(Del lat. sexus).

1. m. Condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas.

2. m. Conjunto de seres pertenecientes a un mismo sexo. Sexo masculino, femenino.

3. m. Órganos sexuales.

4. m. Placer venéreo. Está obsesionado con el sexo.


Las acepciones 1 y 2, me permito decir que se tratan mas bien de lo que se conoce como género, que a la postre inicialmente son dos: masculino y femenino.

La acepción 3 es muy clara y concisa, así como la mas apegada a lo que se denomina Biología Humana, mientras que la acepción 4 es la que creo que ha desatado históricamente polémicas, disertaciones, persecuciones, etc.

No podemos negar que al final el sexo es una necesidad fisiológica, la más importante, la que nos permite reproducirnos y continuar nuestra especie. Mas en el caso de los seres humanos y hasta donde se tiene científicamente documentado por el momento, solo nosotros experimentamos, simbolizamos y le asociamos placer a esta actividad.

Conforme el ser humano fue adquiriendo eso que llamamos inteligencia y se separó a si mismo de el género animal, se le atribuyeron al sexo y al acto de realizarlo, oséase el Acto Sexual, cada vez mayores propiedades.

Vemos el caso de antiquísimas culturas consideradas prehistóricas, ya realizaban en cuevas, vasijas, esculturas y demás artículos de uso común u ornamental, representaciones de personas con atributos sexuales considerados deseables por dichas culturas.

Tal es el caso de la famosísima "Venus de Willendorf". Una estatuilla de una figura femenina descubierta en una excavación paleolítica cerca de Krems, Baja Austria, en 1908 por el arqueólogo Josef Szombathy.

Esta voluptuosa y tal vez ideal representación de cuerpo femenino data de hace casi 22,000 años. Esto quiere decir que nuestros antepasados considerados "prehistóricos" ya tenían un conocimiento de el sexo, tanto como algo escencial como algo placentero a los sentidos, al grado de inspirar a uno de ellos para plasmarlo en esta obra de arte.

La historia nos sigue dando muestras de como en distintas culturas no solo era placer, sino además una manera de acercarse a los dioses alcanzándolos en ese sublime instante que conocemos como orgazmo.

Cuan influyente fué esto último para culturas ancestrales y milenarias, que existen libros, compendios e ilustraciones que fueron creados para refinar aún mas el comportamiento de el hombre ante su complemento.

El famosísimo Kama Sutra, de la trascripción Kāma Sūtra, es un antiguo texto hindú que trata sobre el comportamiento sexual del hombre. Considerado como el trabajo básico sobre el amor en la literatura sánscrita. Fue escrito por Vatsyayana. El título completo es Vātsyāyana Kāma-sūtra ('Los aforismos sobre la sexualidad, de Vatsyayana'). Cronológicamente se sitúa al autor entre el primer siglo y el sexto, probablemente durante el periodo Gupta.

Dicha obra, que desafortunadamente ha sido tan manoseada y malinterpretada, se compone de 36 capítulos que versan sobre 7 temas diferentes, cada uno de los cuales fue escrito por un experto en el campo. Los temas son:
  1. "Introducción" (4 capítulos): sobre el sexo en general, su lugar en la vida de un hombre, y una clasificación de las mujeres.
  2. "Sobre el acto sexual": una discusión en profundidad sobre los besos, varios tipos de juegos sexuales preliminares al acto sexual, orgasmos, una lista de posiciones sexuales, sexo oral, tabúes y ménage à trois.
  3. "Sobre la elección de una esposa" (5 capítulos): cortejo y matrimonio.
  4. "Sobre la esposa" (2 capítulos): conducta adecuada de una esposa.
  5. "Sobre las esposas de otros" (6 capítulos): principalmente seducción.
  6. "Sobre las cortesanas" (6 capítulos).
  7. "Sobre atraer a otras personas" (2 capítulos).
Otras civilizaciones también crearon sus textos y representaciones en los que aconsejaban cómo realizar mejor el Acto Sexual, desencadenando en ese éxtasis divino que permitía el ya mencionado acercamiento con sus deidades.

Si ponemos un poco de atención, observaremos que las culturas que florecieron hasta antes de la considerada "edad media", fueron las que tuvieron o se dieron a si mismas la libertad de poder verse complementadas con material de esta índole.

En el medioevo el sexo era visto como algo prohibido, sucio, pecaminoso, demoniaco inclusive. Creo sinceramente que esa época, sea por la religión o por quienes reinaban en esos tiempos, definitivamente se convirtió en tema tabú.

Fué hasta el renacimiento que quienes retomaron los temas considerados "clásicos", subieron nuevamente el tema del sexo a un nivel digno. Nuevamente el sexo era mas que simplemente procrear.

La evolución del tema fue tomando en el devenir histórico tintes y matices que dieron por consecuencia que hoy se requieran "especialistas" (nótese las sarcásticas comillas) sobre el tema, publicaciones que pretenden ser guías ilustradas de cómo disfrutar mas de el sexo, así como una miriada de personajes que han hecho de el tema, su fuente de sustento y hasta fortuna.

Hoy pues es indispensable primero que nada, desnudarse literal y metafóricamente para encontrar ese "yo sexual". Ese ser que por mas "bello" o "no bello" que nos pueda parecer ante el espejo, puede y debe encontrar eso que le complemente y llene de vida.

Es muy difícil el reconocer qué si y qué no dentro de el Sexo, pero si se me permite dar un consejo (sin pretender hacerle al especialista), en el Sexo todo está permitido, siempre y cuando sea con el pleno concentimiento de quienes lo van a practicar.

jueves, 28 de mayo de 2009

Erótico no es pornográfico

Me permito preguntar al lector: La fotografía aquí anexa, ¿Es erótica o es pornográfica? Se que la respuesta estará plagada de comentarios, polémica e insultos, así como no faltará una risita sardónica acompañada de comparaciones con la abuelita de alguien.

Nunca me ha gustado la imposición de una idea, pero en este caso me tomo la libertad querido lector de decirle, que se trata de una hermosísima pieza de arte fotográfico erótico.

Vea Usted querido lector y notará que la dama que aparece en el daguerrotipo no está haciendo otra cosa que posar cuasi desnuda, mostrando un par de hermosos y turgentes senos naturales, así como signos de baja temperatura en la habitación en la que se realizó el mencionado retrato, pues la dama muestra ese par de divinos y heniestos pezones rosaceos y virginales.

Como esta podemos encontrar una miriada de ejemplos. No solo en lo que se refiere al arte gráfico sino también a lo relativo a la escultura, el cine, la literatura.

Erótico es aquello que deriva o contiene erotismo. A su vez erotismo es una palabra formada a partir del griego ἔρως: érōs con que se designaba al amor apasionado unido con el deseo sensual. Tal sentimiento fue personificado en una deidad: Eros (Téngase en cuenta que en griego moderno la palabra erotas alude al amor romántico).

En castellano y otros idiomas modernos el término «erotismo» connota y denota a todo lo relacionado con la sexualidad y no simplemente con el acto sexual físico sino también todas sus proyecciones. De este modo el erotismo puede observarse en combinación con la libido, término más usado por el psicoanálisis de tipo freudiano. El erotismo trata de todo aquello que emana de nuestra zona libídica y está relacionado con el sexo y con el amor erótico vis-à-vis el amor cáritas.

Por su parte la pornografía, palabra que procede del griego: πορνογραφíα (porne es "prostituta" y grafía, "descripción", es decir, "descripción de una prostituta"), puede entonces decirse en sentido estricto que designa la descripción de las prostitutas y, por extensión, de las actividades propias de su trabajo.

Hay que decir, sin embargo, que el término es de aparición muy reciente, pues en la Antigua Grecia nunca se usó la palabra "pornografía". Modernamente se entiende por pornografía todos aquellos materiales, imágenes o reproducciones que representan actos sexuales con el fin de provocar la excitación sexual del receptor.

Aquí nuevamente intervengo de manera algo dictatorial, agregando que en mi muy humilde opinión, no solo existe pornografía sexual. Para mi es pornográfico todo aquello que lleve a la exageración extrema algo sublime, o algo que pudiese ser artístico o sagrado.

Un ejemplo es lo que yo denomino "la pornografía de las artes marciales". Esa que personajes como un Bruce Lee y toda la pléyade de seguidores e imitadores del género, han convertido a todo un arte, en un subterfujio de sadismo, obsesión por la violencia y la sangre que ralla en el mal gusto.

¿Una pareja en pleno cóito es pornografía? No. La misma pareja en el cóito, pero ahora filmando en "close up" las penetraciones (vaginales, anales y/u orales), así como acompañándoles con tintes sadomasoquistas que dan por resultado una exagerada eyaculación y muestras de orgasmos mas que fingidos, si lo es.

¿Ejemplos de cine erótico? Emanuelle (la única, la primera, la de Sílvia Kristel), 9 semanas y media, Billitys. Se ven escenas de artística desnudés acompañada de excelsa música y un escenario de muy buen gusto.

¿Pornografía? Creo que está de sobra terminarme varios "terabytes" de información enumerando y ejemplificando.

Este primer tema solo pretende ser una explicación y no una justificación querido lector, a los temas que abordaremos en el Blog.

Intentaré ser lo mas ameno posible, sin caer tampoco en el burdo intento por sustituir a los foros del género, que abundan en la Internet.

Finalizo pues con un agradecimiento sincero y la invitación a segirme por este medio.